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7 Curiosidades sobre el shibari, el juego japonés de las ataduras eróticas (solo apto para valientes)

¿Te gustan las prácticas sexuales más osadas? Si tu respuesta es un sí rotundo, el Shibari o arte de las ataduras eróticas está hecho a tu medida. Desde Japón hoy nos adentramos contigo en el universo de un tipo de sexo bondage que atrapa en lo visual y excita en lo sexual.

¿En qué consiste? Y, lo más importante, ¿cómo comenzamos a ponerlo en práctica? Todas las respuestas en este artículo.

Desde la postura de la cucharita a la del misionero, hay amantes que en la cama necesitan ir más allá de las posiciones sexuales más populares en busca de emociones más fuertes e inquietantes.

El sexo bondage con putas te sumerge en el terreno de la excitación secreta, aquella que para muchos permanece oculta en sus fantasías sexuales pero desean participar en el juego de la dominación por el que aboga esta práctica.

En el universo de las ataduras eróticas, las cuerdas Shibari causan estragos dentro las escorts de Bilbao más atrevidas porque les lleva, junto con su amante, a disfrutar de sensaciones sexuales únicas gracias a esta particular técnica de inmovilización.

¿Quieres saber más del Shibari y cómo disfrutarlo en tu cita con una de nuestras putas? Comienza a despejar tus dudas.

Datos desconocidos sobre el sexo con cuerdas Shibari (que demuestran que esta práctica te gustará)

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1 – Origen exótico, morbo añadido

Si ya te moló descubrir cómo hacer el carrete filipino y ver que fuera de Occidente el sexo también es flipante, el nivel asciende con la singularidad que proponen estas ataduras eróticas.

El Shibari es un arte bondage de origen japonés que implica realizar una serie de ataduras eróticas cumpliendo técnicas y líneas estéticas.

2 – Siempre cuerdas de fibras naturales, nunca sintéticas.

En el Shibari los detalles cuentan y, por este motivo, también ofrece diferencias con respecto al bondage convencional.

Mientras en esta técnica se emplean cintas o cuerdas de materiales sintéticos, las cuerdas para Shibari siempre deben ser de materiales naturales como el yute o el cáñamo.

3 – El Shibari se basa en ataduras bonitas que no se aprenden en un mero tutorial de Youtube

El misticismo del Shibari dista del bondage en su preciosismo. No busca una atadura sin más, sino que se impida el movimiento de la persona atada con una atadura bella, manteniendo el siguiente triángulo: maestro, persona atada y espectador.

4 – ¿Sabías que los primeros en practicar el Shibari eran los samurais (aunque con otros fines más drásticos)?

Sí, los guerreros samuráis fueron los primeros en la puesta en práctica y la enseñanza del arte de estas ataduras eróticas.

No obstante, su empleo no estaba basado en la búsqueda de emociones sexuales desconocidas, sino como técnica de tortura para sus prisioneros.

Sería ya a finales del siglo XIX, cuando se descubrieron las connotaciones eróticas de este arte y, claro, los japoneses vieron que se lo pasaban muy bien y su influencia llegó hasta Occidente.

5 – Existen multitud de tipos de ataduras con nombres asombrosos

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Takatekote, futomomo, ebi o tzuri son solo algunos de los nombres con los que se conocen a las diferentes ataduras basadas en el arte del Shibari.

Ten presente que cada una de ellas tiene una simbología distinta y que, en función de la atadura erótica escogida, se presionan unos puntos de placer o dolor diferentes.

6 – Cada nudo se hace en puntos de acupuntura

La conexión entre cuerpo, placer y mente se plasma en el Shibari.

Por este motivo, todos los enlaces y nudos que se realizan con las cuerdas se desarrollan sobre puntos de acupuntura colocados estratégicamente para favorecer su estimulación y aumento del frenesí sexual.

7 – ¿Qué prácticas sexuales acompañan al Shibari (y a ti te gustan mucho)?

Cuando utilizas las cuerdas de Shibari siguiendo las técnicas adecuadas y se inmoviliza a uno de los miembros de la pareja, la persona atada disfrutará del placer sexual bien a través de masajes eróticos, sexo oral o posturas que impliquen penetración.

Al final, se adoptan los roles de amo y sumiso donde el placer – en ocasiones, conducido desde el dolor – lo consigue la persona atada por la presión de las cuerdas sobre las zonas erógenas, mientras que el dominante disfruta por la sensación de control.

¿Te atreves a practicar el Shibari con nosotras? Estamos dispuestas a colmar los deseos de clientes que disfruten atando y siendo atados con esta técnica 100% erótica. ¿Dolor? Solo placer. Juntos pondremos los límites.