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Slow Sex, cuando el sexo se disfruta sin prisa pero sin pausa

¡Cuántas veces habrás oído que las prisas no son buenas consejeras! El mundo ya se vive con demasiada velocidad. No se disfruta. No se siente. El Slow Sex te propone cambiar el chip en la cama para que goces del sexo en plenitud, viviendo cada etapa.

Más allá de la frenética penetración, hoy te animamos a que goces de cada encuentro con una chica de compañía en Bilbao como si de la experiencia más soberbia se tratara. ¿Te gusta la teoría? Toma estos tips para ponerlos en práctica.

Hay dos obsesiones que siempre rodean al sexo: la penetración y el orgasmo. Como escorts, estamos acostumbradas a notar cómo los clientes quieren llegar a la cúspide de la excitación rápidamente, reduciendo así la magia del sexo de categoría 5 estrellas.

Por el contrario, nuestra labor como chicas de compañía en Bilbao nos ha llevado a ver que el orgasmo no es la meta, sino la culminación a un encuentro sexual soberbio en el que se funden los cuerpos y las paredes de la habitación tiemblan de emoción.

Este cambio de perspectiva llega con el conocido como «Slow Sex» o, traducido al español, «sexo sin prisas» que propone disfrutar de cada instante de ese momento sin obsesionarse por la eyaculación o el orgasmo a velocidad supersónica.

Siguiendo las máximas del Método Karezza del que ya hemos hablado en este blog, relájate y dedica tiempo a activar tus sentidos para que aproveches cada instante de esa cita donde el sexo ya nunca más será el de siempre.

¿Quién quiere quickies de 7 minutos cuando el slow sex te hace disfrutar de 30 minutos de placer?

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En ocasiones, los polvos son tan rápidos que muchas putas españolas y latinas nos quedamos con cara diciendo: «¡¿Ya se acabó?!». Detrás de estos quickies no ha problemas de eyaculación precoz o gatillazos. De eso, ya hablaremos en otro momento…

Las citas sexuales en el 90% de los casos buscan follar, penetrar y alcanzar el orgasmo. Un pim, pam, pum frenético pero poco aprovechado.

Es más, hace unos días nos confirmamos los resultados de un estudio realizado en 2012 por una conocida marca de preservativos que situaba en 15,2 minutos el tiempo que destinan los españoles en disfrutar de un polvo.

Por el contrario, países como Hong Kong o Brasil se toman su tiempo en el terreno sexual con encuentros que duran cerca de 29 minutos. ¡Ellos sí que saben!

Aclarando conceptos: el Slow Sex no es sinónimo de retrasar la eyaculación

No sabemos por qué pero la tendencia del «sexo sin prisas» se entiende como una forma de retrasar la eyaculación. Sin embargo, la finalidad del Slow Sex no es puramente física, sino 100% sensorial y emocional.

La clave del Slow Sex está en jugar con la diversidad de posturas sexuales, los movimientos, profundidades y los ritmos de las pelvis. De este modo, se logran estímulos nuevos que conectan constantemente a los amantes.

Así cada vez que el orgasmo está próximo, se realizan cambios y variaciones que ayudan a prolongar su llegada disfrutando del momento con más relax.

Te ponemos un ejemplo para que reflexiones.

Imagina que tienes ante tus ojos un pastel de chocolate delicioso.

¿Cómo actuarías? ¿Te abalanzarías sobre él comiéndotelo de una tacada o disfrutarías lentamente de cada cucharada, recreándote en saborear las perlas dulces que lo decoran y masticando esa guinda exquisita que lo corona?

Además, ten presente que las mujeres – las chicas de compañía de Bilbao también – necesitamos una media de 10 a 20 minutos para estar muy excitadas.

Si no se toma con calma cada fase del encuentro, ¿cómo esperas que podamos darlo todo, todo? Recuerda que a nosotros nos encanta follar tanto como a ti.

Por experiencia sabemos que un hombre se pone a mil si le tocamos sus genitales; a nosotras no. ¡Evita acelerones de este tipo!

Opta por tocar el pelo, los brazos, la parte interna de los muslos, las manos y, poco a poco, tendrá sentido tocar ciertas partes.

Cómo practicar el slow sex para hacer tus encuentros más soberbios y duraderos

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• Preocúpate en conocer el cuerpo de tu pareja y sus deseos.
• Da importancia a los preliminares sexuales, que actuarán como iniciadores de una velada muy subida de tono.
Una parada a tiempo acompañada de una conversación que despierte la complicidad puede significar un chute de excitación increíble.
Usa la imaginación y marcarás la diferencia. Aquí valen juguetes sexuales, la prohibición del uso de las manos, ojos tapados con un antifaz para dar a probar alimentos afrodisíacos…
Mira profundamente los ojos de tu pareja. Si lo haces y mantienes la mirada, la conexión será total.
Disfruta los abrazos y los besos, recréate en ellos. Serán cruciales para disfrutar más del asalto de placer definitivo.
Dedica tiempo a zonas a las que habitualmente no prestas atención. Por ejemplo, a nosotras nos encanta explorar las ingles, los testículos o el perineo de nuestros clientes, antes que hacer directamente una felación. ¡Todo a su tiempo!

En definitiva, con el Slow Sex se premia el camino, no la meta, la calidad frente a la cantidad, el gusto por el detalle que choca con la inmediatez.

A nosotras nos encanta sentir el sexo sin prisas, relajadamente, con las pausas justas en los momentos adecuados, esos que te ayudan a remontar y seguir con más empuje si cabe. ¿Te atreves? Te aseguramos que no te dejará indiferente.